1 Recorrido
1.1 Introducción
La botánica se ocupa del estudio de las plantas, bajo todos sus aspectos, lo cual incluye su descripción, clasificación, distribución, identificación, reproducción, fisiología, morfología, relaciones recíprocas, relaciones con los otros seres vivos y efectos provocados sobre el medio en el que se encuentran. El estudio morfológico de las plantas intenta investigar sus aspectos macroscópicos, explorar y comparar aquellos aspectos microscópicos de forma, estructura y reproducción; los cuales constituyen la base para la interpretación de similitudes y diferencias entre ellas. Uno de los más fructíferos resultados de los estudios morfológicos iniciales fue el reconocimiento de los tipos fundamentales de órganos que constituyen el cuerpo de la planta (hoja, tallo y raíz). Posteriores fueron los análisis de los órganos vegetativos y las estructuras de reproducción tanto sexuales como asexuales, así como la importancia de los estudios comparativos que nacen del reconocimiento de la amplia diversidad vegetal. Ligado al estudio de la forma está el estudio de la función, denominado fisiología vegetal, la cual incluye el estudio de todas las actividades internas de las plantas, los procesos químicos y físicos asociados como la fotosíntesis y la difusión interna de agua, minerales y nutrientes, además del desarrollo, la dormancia y el control reproductivo, entre otras. Todo este conocimiento tiene aplicaciones a nivel productivo y económico para el hombre, ya que gran parte de lo que comemos, nuestros medicamentos y materias primas son de origen vegetal.
1.2 Objetivo
- Familiarizar a los estudiantes con algunos conceptos básicos de la botánica y los principales tipos y formas de plantas ocurriendo en la Ciudad Universitaria de Medellín de la Universidad de Antioquia
1.3 Procedimiento
Recorrer la Ciudad Universitaria de Medellín de la Universidad de Antioquia observando y analizando.
1.3.1 Hábitos de crecimiento en plantas
Los hábitos de crecimiento de las plantas hacen referencia a la forma general de la planta, teniendo en cuenta una variedad de aspectos, como la duración del tallo, el patrón de ramificación, el desarrollo, y la textura. Reconociéndose los siguientes tipos de hábitos de crecimiento:
Hierba, es una planta en la que todos los vástagos (tallos y hojas) que están sobre la superficie de la tierra mueren al final de una estación de crecimiento. Si bien los vástagos pueden ser anuales, la hierba misma puede ser anual, bienal, o perenne, debido a que puede haber componentes vivos que queden debajo de la tierra, como rizomas o bulbos.
Enredadera es una planta con tallos elongados y débiles, generalmente sostenidos que pueden girar alrededor de un sustrato, o adhiriéndose por zarcillos o por las raíces. Las enredaderas pueden ser anuales o perennes, herbáceas o leñosas.
Liana es una enredadera que es perenne y leñosa, son el mayor componente del dosel (estrato superior) en algunas selvas tropicales.
Arbusto es una planta leñosa y perenne con muchos tallos principales que nacen a nivel del suelo (Simpodio).
Árbol es una planta leñosa generalmente alta y perenne, que tiene un tallo principal diferenciable (el tronco) que se reconoce desde la base (Monopodio).
1.3.2 Morfología foliar, tallos y raíces
Una hoja consta normalmente de: 1) una lámina (o limbo foliar) plana y expandida que contiene la mayor parte de los cloroplastos; la parte superior de la hoja se denomina haz, mientras que la inferior se denomina envés. 2) de un corto tallito llamado pecíolo que une la lámina al tallo que puede ser cilíndrico o deprimido en la cara superior, o aplanado y ancho. Cuando está ausente la hoja se denomina sésil o sentada. Hay estructuras similares a pecíolos que encierra parcial o totalmente al tallo por encima del nudo es una vaina foliar, como ocurre en las familias de las gramíneas. 3) de un par de apéndices similares a hojas, llamados estípulas, éstas pueden adquirir diversas formas, desde órganos foliáceos, espinas, glándulas, pelos o hasta escamas. Si las estípulas están presentes, las hojas se dicen estipuladas.
El tallo es el órgano que sostiene a las hojas, flores y frutos. Sus funciones principales son las de sostén y de transporte de carbohidratos y otros compuestos producidos en la fotosíntesis, entre las raíces y las hojas. En general, es un órgano cilíndrico que posee puntos engrosados, los nudos, sobre los que se desarrollan las hojas. A la porción de tallo situada entre dos nudos consecutivos se le denomina entrenudo. Presenta además una yema terminal en el extremo apical y varias yemas axilares que se diferencian en las axilas de las hojas.
La raíz es un órgano generalmente subterráneo y carente de hojas que crece en dirección inversa al tallo y cuyas funciones principales son la fijación de la planta al suelo y la absorción de agua y sales minerales. En la raíz primaria se distingue externamente la caliptra, que se encuentra en el ápice protegiendo al meristema apical, una zona de crecimiento o alargamiento, que es una región glabra de 1 a 2 mm de longitud; la zona pilífera, región de los pelos absorbentes, y la zona de ramificación, una región sin pelos en la cual se forman las raíces laterales y que se extiende hasta el cuello, que la une al tallo.
1.3.3 Morfología de flores y frutos
La flor es la parte reproductiva de las plantas Angiospermas. Una flor típica está compuesta por cuatro tipos de hojas estructural y fisiológicamente modificadas para producir y proteger los gametos. Tales hojas modificadas son los sépalos, pétalos, estambre y carpelos. Además, en las Angiospermas la flor da origen, tras la fertilización y por transformación de algunas de sus partes, a un fruto.
El fruto es el órgano que contiene a las semillas hasta que estas maduran y luego contribuye a diseminarlas. Los frutos presentan diferentes estrategias para dispersar las semillas. Una de ellas son los frutos anemocoros que aprovechan el viento. Estos frutos suelen ser ligeros y tener estructuras como alas o pelos que les faciliten poder ser llevados por el viento. Otra estrategia, es la utilizada por los frutos zoocoros que aprovechan a los animales. Si los frutos se sujetan o enganchan a las plumas o a los pelos son frutos epizoocoros; pero si los animales comen los frutos, se denominan frutos endozoocoros y aprovechan los jugos del aparato digestivo para deshacer las cubiertas y expulsar junto con las heces las semillas, listas para germinar. Algunos frutos de plantas ligadas a hábitats acuáticos se dispersan gracias al agua, son los denominados hidrocoros.
1.3.4 Modificaciones morfológicas
Todas las estructuras de la planta pueden presentar diferentes adaptaciones ambientales por las cuales observamos modificaciones morfológicas. Algunas plantas, como los cactus, han transformado sus hojas en espinas; son los troncos, carnosos y aplanados, los que ejercen la función fotosintética. Las hojas de los troncos subterráneos, como en la cebolla, pueden transformarse en órganos de reserva de nutrientes. Los tallos de aquellas especies que viven sumergidas en el agua presentan una organización especial que les permite absorber directamente del agua, el dióxido de carbono y el oxígeno, tanto como las sales nutritivas. Algunas plantas presentan tallos subterráneos, generalmente de crecimiento horizontal, que pueden ramificarse, denominados rizomas. Mientras que otras tienen tallos subterráneos a los que se denominan tubérculos caulinares (ej. la papa). Mientras que otras modifican sus raíces para el almacenamiento de sustancias, a éstas se les denomina raíces napiformes (ej. la zanahoria).
Algunas estructuras vegetales, se han asociado con interacciones planta-animal. En grupos de plantas como las Euphorbiaceae, se evidencian modificaciones estructurales llamadas glándulas, las cuales se desarrollan a nivel de la lámina foliar o del pecíolo. Estas estructuras están asociadas a la secreción de azúcares para la nutrición de insectos, los cuales brindan protección contra los herbívoros. Otra estructura de asociación son los domacios, los cuales constituyen cavidades donde se alojan estadios de algunos insectos, sin que genere daño a la planta. Los domacios permiten a la planta protegerse del ataque de herbívoros.